¡Solo puedes matarla a mordiscos!
Estás en tu habitación, durmiendo, suena un ruido de plástico, algo se abre; de repente te va subiendo por las piernas. Notas sus patitas sobre tu tripa, te sube por el pecho, se va directamente a tu boca. ¡¡Es una Trolli Tarántula!! ¡Cómetela! ¡No son peligrosas y están buenísimas, con sus tres sabores diferentes! ¡Acábate la bolsa si no quieres que te suban más!